
Pekín, China. China presentó este jueves su nueva generación de unidades centrales de procesamiento (CPU) de propósito general, desarrolladas íntegramente bajo control y tecnología nacional, marcando un hito en su avance hacia la autosuficiencia tecnológica y la seguridad informática.
La nueva CPU está diseñada para responder a las necesidades de múltiples entornos, incluyendo informática general, inteligencia artificial, almacenamiento de datos, control industrial y estaciones de trabajo. Con esta innovación, el gigante asiático refuerza su capacidad de ofrecer soluciones tecnológicas seguras y adaptables a diversos escenarios productivos y estratégicos.
El procesador ha superado con éxito las pruebas de evaluación de seguridad y fiabilidad, obteniendo la certificación de Nivel 2, el más alto estándar de seguridad reconocido en este tipo de tecnología, lo que respalda su robustez frente a riesgos y vulnerabilidades.
Este desarrollo se enmarca en los esfuerzos de China por fortalecer su soberanía tecnológica y reducir la dependencia de proveedores extranjeros en áreas clave como los semiconductores y la computación de alto rendimiento.