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Centroamérica y el Caribe, atacada más de 18 millones de veces




En este Halloween, Kaspersky revela cómo los atacantes usan engaños cada vez más profesionales para “hechizar” a los usuarios y robar su información personal y financiera.

Durante la temporada de Halloween, los ciberataques también se disfrazan. Este año, Kaspersky advierte sobre el auge de los “hechizos digitales”, técnicas de manipulación y engaño cada vez más profesionales que aprovechan la exposición constante de los usuarios en internet, el crecimiento del comercio electrónico y el uso masivo de redes sociales para comprometer su seguridad.

A través de mensajes que prometen ofertas irresistibles, aplicaciones falsas o solicitudes de permisos engañosos, los atacantes logran que las víctimas abran las puertas de sus propios dispositivos. Estos “hechizos digitales” se fortalecen con el uso de herramientas de inteligencia artificial y con tácticas de ingeniería social, una técnica de manipulación psicológica que explota la confianza, la curiosidad o el miedo de los usuarios para inducirlos a cometer errores sin darse cuenta de que están cayendo en una trampa. Como consecuencia, las víctimas pueden sufrir el robo de información personal, financiera o de credenciales de acceso, lo que facilita desde fraudes económicos hasta la suplantación de identidad y la pérdida total de control sobre sus cuentas digitales.

Kaspersky presenta los cuatro hechizos más comunes que rondan el mundo digital y cómo protegerse de ellos. 1. El conjuro del ‘clic irresistible’

Es común encontrar un correo que promete un premio, un mensaje urgente del banco o una oferta imperdible. Detrás de esas aparentes oportunidades, los ciberdelincuentes dominan la psicología del usuario, apelando a emociones como la curiosidad, la urgencia o el miedo para provocar una reacción rápida e impulsiva. Con un solo clic, el usuario puede ser dirigido a una página fraudulenta, descargar sin advertirlo un archivo malicioso o permitir acceso remoto a su dispositivo.

El phishing ha evolucionado con la inteligencia artificial. Hoy los mensajes fraudulentos ya no presentan los errores evidentes del pasado pues están redactados con precisión, imitan el lenguaje corporativo de marcas reconocidas e incluso personalizan los datos del usuario para ganar su confianza.

Según la más reciente edición del Panorama de Amenazas de Kaspersky, en los últimos 12 meses, la compañía registró 1.291 millones de bloqueos de intentos de phishing en América Latina, lo que representa un aumento del 85% en comparación con el periodo anterior.

En Centroamérica y el Caribe las cifras son relevantes, Costa Rica registró 7.9 millones de detecciones, lo que significa un incremento del 132%; Guatemala 6.4 millones, que representa un aumento del 56%; mientras que República

Dominicana 4 millones de intentos de phishing, que equivale a un 14% en comparación con el periodo anterior.

2. La ilusión del doble rostro

En el universo digital, ya no se necesita una máscara para adoptar otra identidad. Los ciberdelincuentes están utilizando deepfakes (videos, imágenes o audios generados mediante inteligencia artificial) para crear imitaciones casi perfectas de personas reales, incluyendo ejecutivos de empresas, figuras públicas o incluso familiares de las víctimas. Estas falsificaciones se utilizan para manipular, extorsionar o engañar a los usuarios, haciendo que lo falso parezca real.

Los atacantes emplean deepfakes para suplantar la voz o la imagen de personas en videollamadas, autorizar transferencias, difundir información falsa o promocionar inversiones inexistentes. En muchos casos, la calidad de estos contenidos es tan alta que resulta casi imposible distinguirlos a simple vista

De acuerdo con una encuesta de Kaspersky, el 69 % de los encuestados enAmérica Latina no sabe qué es un deepfake y el 67 % asegura que no sabría reconocer uno si lo viera. Esta falta de conocimiento convierte a los usuarios en blancos fáciles de manipular.

3. La poción de los permisos falsos


En el mundo de las aplicaciones móviles, muchos usuarios conceden permisos sin

leerlos, confiando en que son necesarios para el funcionamiento del servicio. Sin

embargo, lo que parece un simple paso para usar una app puede convertirse en

un riesgo pues detrás de esa autorización se esconde, muchas veces, el acceso

total al micrófono, la cámara, la ubicación o la lista de contactos.

Los ciberdelincuentes se aprovechan de esa falta de atención para desarrollar o

modificar aplicaciones con fines ocultos. Algunas recopilan grandes volúmenes de

información personal que luego se venden a terceros, mientras que otras la

utilizan para ejecutar ataques más precisos, como campañas de suplantación de

identidad o espionaje digital.

4. El hechizo del QR encantado

Los códigos QR se han vuelto parte de la vida cotidiana. Ahora es más fácil

utilizarlos para pagar en un restaurante, acceder a un menú o conectarse a una

red. No obstante, algunos esconden trampas invisibles. Los ciberdelincuentes

pueden colocar códigos falsos en afiches, parqueaderos o sitios públicos, que al

ser escaneados redirigen a páginas fraudulentas. Este “hechizo moderno” es tan

efectivo porque apela a la confianza ya que los usuarios no pueden ver qué se

oculta detrás del patrón blanco y negro.

“Los ataques actuales ya no dependen solo de vulnerabilidades técnicas, sino de

la capacidad de manipular al usuario. La combinación de ingeniería social e

inteligencia artificial ha hecho que las amenazas sean más convincentes y difíciles

de detectar. Por eso, la ciberseguridad debe enfocarse tanto en la tecnología

como en el factor humano: entender cómo pensamos, qué nos motiva y cómo

reaccionamos ante el engaño es clave para reducir el riesgo digital”, asegura

Fabiano Tricarico, director general de Productos para el Consumidor para

Américas en Kaspersky.

Para evitar caer en este tipo de “hechizos digitales”, los expertos de Kaspersky

recomiendan:

● Verifica antes de hacer clic. Si recibes un mensaje o correo desconocido,

revisa quién lo envía. Revisa que la dirección termine en el sitio oficial (por

ejemplo, “@banco.com” y no “@banco-seguro123.com”). Si tienes dudas,

no abras enlaces ni archivos adjuntos.

● Confirma la autenticidad de lo que consumes. Si ves un video, audio o

mensaje extraño, no creas todo de inmediato. Busca la noticia en una




fuente oficial o en otro medio confiable antes de compartirla. Hoy existen

contenidos falsos hechos con inteligencia artificial que imitan voces o rostros, así

que revisa siempre antes de reaccionar.

● Revisa los permisos de tus aplicaciones. Cuando instales una

aplicación, fíjate qué permisos pide, como acceso a la cámara o a tu

ubicación. Solo permite lo necesario y elimina las aplicaciones que ya no

usas. Si una app tiene demasiados permisos, podría acceder a tus datos

sin que te des cuenta.

● Escanea códigos QR con precaución. Al escanear un código QR,

observa bien la dirección web que aparece antes de abrirla. Si la dirección

parece rara o no es conocida, no ingreses tus datos personales ni

bancarios.

● Utiliza una herramienta de seguridad digital confiable. Instala un

programa que proteja tu dispositivo de virus, fraudes y robo de información.

Opciones como Kaspersky Premium ofrecen protección en tiempo real para

mantener tus datos seguros.