Santo Domingo – La riqueza visual y expresiva del arte latinoamericano se dará cita en la Galería Nacional de Bellas Artes con la exposición “Ritmos y Colores”, una muestra del reconocido artista Antonio Gonzáles Duche, organizada por el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Bellas Artes y la Galería Nacional.
La inauguración está programada para el miércoles 30 de abril a las 6:30 de la tarde, en el Salón de la Cúpula del Palacio de Bellas Artes, donde se darán cita artistas, críticos, académicos y amantes del arte para celebrar una obra vibrante y llena de energía.
“Ritmos y Colores” reúne una serie de piezas que destacan por su poderosa combinación de movimiento, energía y una paleta cromática exuberante. La exposición refleja fielmente el estilo de Gonzáles Duche y su exploración del ritmo visual como lenguaje artístico.
La muestra permanecerá abierta hasta el mes de junio, como parte de la programación regular del Palacio de Bellas Artes, uno de los principales espacios culturales del país, reafirmando su compromiso con la promoción del arte en sus múltiples manifestaciones.
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Sobre el artista
Antonio Gonzáles Duche, nacido en Perú, llegó a la República Dominicana en 1987, inicialmente para trabajar en proyectos de restauración. Su formación en arte y letras en la ciudad de Cusco, sumada a una sensibilidad estética refinada, ha marcado una trayectoria diversa y profundamente significativa.
Pintor, escultor, restaurador, curador, profesor y poeta, Gonzáles Duche ha logrado consolidar una carrera artística integral. Ha presentado 16 exposiciones individuales y ha sido parte de numerosas muestras colectivas, convirtiéndose en una figura clave del arte caribeño contemporáneo.
Una de sus obras más recordadas fue presentada en 1997 en el Palacio de Bellas Artes, dentro de la exposición “Aves y peces”, un tributo lleno de color a la fauna y la naturaleza, donde el uso del óleo sobre lienzo y el dominio del diseño compositivo permitieron crear piezas de notable belleza visual y profundidad poética.
Su trabajo no solo destaca por su calidad técnica, sino también por su capacidad de tender puentes culturales entre su tierra natal y su país adoptivo, construyendo un legado visual que resalta la riqueza espiritual y natural de América Latina.
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