Fecha: 21 de abril de 2025
Autor: Ruperto Alis
By: ImparcialRD
Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, se convirtió en el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el trono de San Pedro. Su elección como el Papa número 266 de la Iglesia Católica tuvo lugar el 13 de marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI. Desde su primer saludo, “Buonasera”, marcó un nuevo estilo de cercanía y sencillez pastoral.
Durante su pontificado, Francisco centró su misión en la misericordia, la justicia social y la reforma interna de la Iglesia. Luchó contra la corrupción dentro del Vaticano, impulsó una mayor transparencia financiera y defendió con fuerza a los pobres y marginados del mundo. Su encíclica Laudato Si’ fue un llamado urgente a cuidar el planeta, ganando respeto incluso fuera del ámbito religioso.
Francisco también promovió el diálogo interreligioso y la inclusión, abogando por una Iglesia menos dogmática y más acogedora. Se acercó a los divorciados, a la comunidad LGBT+ y a los migrantes, desafiando posturas tradicionales y enfrentando resistencias internas. Su lema “Miserando atque eligendo” (“Lo miró con misericordia y lo eligió”) reflejó su enfoque pastoral centrado en la compasión.
En sus viajes apostólicos, visitó más de 50 países, llevando mensajes de paz, esperanza y unidad. Fue especialmente recordado por su histórica visita a Irak en 2021 y su presencia constante en América Latina, donde reforzó la fe y el compromiso social de la Iglesia.
En sus últimos años, el Papa Francisco enfrentó problemas de salud relacionados con su movilidad, aunque nunca dejó de cumplir con sus funciones. Delegó tareas, pero se mantuvo activo hasta su último suspiro. Su última aparición pública fue en la Plaza de San Pedro, donde impartió una bendición especial a los jóvenes del mundo.
El Papa Francisco falleció en el Vaticano en abril de 2025 a los 88 años, dejando una huella imborrable en la historia de la Iglesia. Su muerte fue recibida con dolor y gratitud por millones de fieles, líderes mundiales y defensores de los derechos humanos.
El mundo recuerda a Francisco como un pontífice reformador, sencillo y profundamente humano. Su estilo directo, su sonrisa franca y su insistencia en una “Iglesia pobre para los pobres” marcaron un antes y un después en el catolicismo contemporáneo.
El cónclave para elegir a su sucesor será convocado en los próximos días, mientras la Iglesia se prepara para despedir al Papa Francisco con unas exequias solemnes y un homenaje global a su legado.
