VIENA / TEHERÁN. El programa nuclear iraní ha sufrido un golpe sin precedentes tras una serie de ataques militares israelíes dirigidos a instalaciones clave de enriquecimiento de uranio. De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), los bombardeos dañaron de manera significativa la infraestructura nuclear de Irán, lo que representa una escalada preocupante en el ya tenso panorama geopolítico de Medio Oriente.
Según el informe más reciente del OIEA, respaldado por imágenes satelitales, Irán aún conserva suficiente uranio enriquecido al 60% como para fabricar hasta nueve bombas nucleares, nivel alarmante que sitúa al país más cerca que nunca de alcanzar la capacidad armamentística plena.
Objetivos militares: Natanz y Fordow bajo fuego
El ataque, considerado uno de los más severos lanzados por Israel contra el programa nuclear iraní, se centró en tres instalaciones clave:
Natanz (principal planta subterránea): La red eléctrica, incluyendo sus sistemas de respaldo, fue completamente destruida. Esto habría provocado graves daños a miles de centrifugadoras.
Planta Piloto de Enriquecimiento de Natanz (PFEP): Totalmente destruida. Esta instalación operaba centrifugadoras avanzadas que procesaban uranio al 60%.
Fordow (instalación fortificada): Aunque no se reportaron daños visibles, esta planta sigue siendo la principal fuente de uranio altamente enriquecido de Irán.
Ataques adicionales y sabotajes estratégicos
En la ciudad de Ispahán, se reportaron ataques a cuatro instalaciones, incluido un centro de conversión de uranio vital para producir hexafluoruro de uranio (UF6), sustancia esencial para el enriquecimiento.
También fueron atacados talleres de producción de centrifugadoras en Karaj y Teherán, antes supervisados por el OIEA, aunque se desconoce el número exacto de instalaciones aún en operación clandestina.
Eliminación de científicos y posibles represalias iraníes
Fuentes del Golfo aseguran que al menos 14 científicos nucleares iraníes han sido asesinados desde el inicio de esta ofensiva, nueve de ellos identificados por Israel como piezas clave en el desarrollo de armas nucleares. Las muertes han ocurrido mediante ataques directos y atentados con coches bomba.
Frente a estas pérdidas y daños materiales, Teherán ha prometido tomar “medidas no declaradas” para proteger su capacidad nuclear. Además, el Parlamento iraní discute un proyecto para abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), siguiendo la ruta de Corea del Norte.
El posible cierre de la planta de conversión de uranio en Ispahán forzaría a Irán a buscar fuentes externas de UF6, afectando directamente su cadena de enriquecimiento nuclear.
Escenario de tensión global
Con este escenario, los analistas advierten sobre un nuevo punto de inflexión en el conflicto entre Israel e Irán. Mientras el OIEA monitorea los desarrollos con preocupación, la comunidad internacional permanece atenta ante el riesgo de una escalada que pueda comprometer aún más la seguridad regional y global.