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Camellos en La Vega: El curioso intento de modernizar el transporte en el siglo XIX




Basado en un relato de Juan Cruz Triffolio

La Vega, R.D.– Lo que parece hoy una anécdota pintoresca fue en realidad un intento serio de innovación en el transporte de carga y pasajeros en la República Dominicana: la llegada de camellos a La Vega en el año 1870.

El historiador y escritor vegano Jovino Espínola Reyes relató que en sus años de infancia escuchó de su padre, José A. Espínola, cómo una caravana de camellos –traída por árabes beduinos desde Montecristi o Puerto Plata hasta Santiago– se presentó en La Vega con el propósito de establecer un nuevo modelo de transporte interurbano.

La meta era competir con las tradicionales recuas de mulos y caballos que, aunque eficientes, enfrentaban limitaciones ante el estado de los caminos. Los camellos, conocidos por su resistencia y capacidad para transportar grandes cargas, parecían una solución prometedora para facilitar el comercio entre ciudades del Cibao como Santiago y La Vega.

Sin embargo, pese al potencial logístico de estos animales, la propuesta no prosperó. Según el cronista, el proyecto fue sepultado por el avance del “progreso”: la expansión del ferrocarril, la llegada de vehículos de motor y la construcción de carreteras.

A estos factores se sumaron creencias populares de la época. Muchos campesinos veían a los camellos como criaturas extrañas o incluso “diabólicas”, lo que generó rechazo y temor. Cuando los árabes abandonaron el país sin sus animales, estos quedaron sueltos, causando daños a cultivos y alimentando aún más el mito.

Finalmente, algunos agricultores optaron por eliminarlos, ignorando el potencial beneficio que representaban para sus labores agrícolas.

Décadas más tarde, en 1929, un nuevo camello llegó a La Vega, esta vez con fines promocionales. Fue adquirido por Narciso Román, propietario de la Farmacia Nueva en Santiago de los Caballeros. El animal, traído desde África y manejado por un ciudadano egipcio, fue utilizado como instrumento de mercadeo y espectáculo hasta su muerte en 1930.

El episodio de los camellos en La Vega es una página insólita y reveladora de nuestra historia local, que evidencia las resistencias culturales al cambio y cómo el tiempo convierte las innovaciones fallidas en curiosidades dignas de reflexión.

Hoy, entre el caos del tránsito moderno, algunos veganos incluso fantasean con el regreso de estos nobles rumiantes… aunque sea como símbolo de movilidad alternativa.