Naciones Unidas. – El Secretario General de la ONU, António Guterres, expresó su “profunda alarma” este sábado tras el bombardeo lanzado por Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares en Irán, calificándolo como una “escalada peligrosa” que pone en jaque la estabilidad global.
El ataque estadounidense ocurre en medio de un conflicto creciente entre Irán e Israel, que ha dejado al menos 430 muertos y más de 3,500 heridos en territorio iraní, según el Ministerio de Salud de ese país. En Israel, las autoridades reportan 24 civiles muertos y más de 400 misiles lanzados como parte de los ataques de represalia.
“Estoy muy alarmado por el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos contra Irán hoy”, declaró Guterres, añadiendo que la única salida viable al conflicto es la vía diplomática. “Esta es una amenaza directa para la paz y la seguridad internacionales”.
Las declaraciones del jefe de Naciones Unidas se producen luego de que el presidente Donald Trump confirmara en un discurso televisado a las 10:00 de la noche, hora de Washington, que las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán fueron “totalmente destruidas” por bombardeos de largo alcance, ejecutados por aviones B-2 que utilizaron bombas penetrantes conocidas como bunker busters.
“Este ha sido un éxito militar espectacular”, afirmó Trump, quien exhortó a Irán a regresar a la mesa de negociaciones nucleares o enfrentar “una oleada de ataques aún mayor”.
Las autoridades iraníes no han confirmado oficialmente el grado de destrucción en las instalaciones, pero el ministro de Asuntos Exteriores advirtió que la participación directa de Estados Unidos agrava peligrosamente el conflicto iniciado el pasado 13 de junio, cuando Israel lanzó sus primeros ataques sobre suelo iraní.
Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad el viernes, Guterres ya había advertido que el conflicto “podría descontrolarse rápidamente, con consecuencias catastróficas para la población civil, la región y el mundo”.
El titular de la ONU llamó a todas las naciones a cumplir con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, y pidió con urgencia “evitar una espiral de caos”.
“No hay solución militar. El único camino es la diplomacia. La única esperanza es la paz”, concluyó.