Israel e Irán sacuden el orden global: escalada militar impacta la economía y reordena la geopolítica

16 de junio de 2025 – El mundo asiste a una peligrosa encrucijada tras el choque directo entre Israel e Irán, cuyos ataques aéreos, con misiles y drones, han desatado una crisis con graves repercusiones geopolíticas, económicas y energéticas a escala global.

Una ofensiva sin precedentes

La ofensiva comenzó la noche del 13 de junio, cuando Israel ejecutó la “Operación León Resurgente” con más de 200 aeronaves, impactando instalaciones nucleares, bases militares y centros estratégicos en Irán. El ataque, descrito por analistas como “quirúrgico pero demoledor”, marcó una ruptura con la tradicional política de disuasión regional.

En respuesta, Irán lanzó la “Operación Promesa Verdadera III”, disparando más de 150 misiles balísticos y 100 drones, alcanzando ciudades como Tel Aviv, Haifa y Petah Tikva, dejando al menos 40 muertos en Israel y 224 en Irán, además de cientos de heridos en ambos bandos.

Un terremoto geopolítico

La confrontación ha provocado un reacomodo global de alianzas y agitado a potencias que tradicionalmente han intentado mediar en Oriente Medio:

Estados Unidos ha brindado apoyo logístico y defensivo a Israel, pero ha evitado involucrarse directamente para no escalar la guerra.

Rusia y China, preocupadas por sus intereses energéticos y comerciales con Irán, han instado a la moderación y ofrecido mediación.

La ONU, Unión Europea y la Liga Árabe han convocado sesiones extraordinarias para evitar una expansión del conflicto hacia Líbano, Siria, Yemen o el Golfo Pérsico.

La gran preocupación es que el conflicto desate una nueva carrera armamentista nuclear en la región y colapse las ya tensas negociaciones del acuerdo nuclear iraní con el Grupo 5+1.

Consecuencias económicas globales

El epicentro de la tensión económica está en el Estrecho de Ormuz, por donde transita el 20 % del petróleo mundial. La posibilidad de bloqueo o sabotaje en esta vía elevó los precios del crudo tipo Brent a USD 76 por barril, con picos especulativos de hasta USD 80.

Las consecuencias inmediatas incluyen:

Energía

Petróleo y gas suben entre 8 % y 12 %.

Países europeos y asiáticos aumentan compras anticipadas, generando escasez temporal.

Arabia Saudita y Emiratos anuncian producción adicional para evitar alzas extremas.

Mercados financieros

Wall Street cayó 1,5 % tras los primeros ataques; el Dow Jones perdió 769 puntos.

El oro subió a USD 2,510 por onza, y el dólar se fortaleció como valor refugio.

Bolsas asiáticas muestran resistencia, pero las de Europa cierran con pérdidas.

Inflación y bancos centrales

El repunte del petróleo complica la política monetaria de la Reserva Federal y el BCE, que podrían pausar recortes de tasas por temor a una nueva ola inflacionaria.

Se teme una desaceleración económica si el conflicto se prolonga.

Escenarios posibles a corto y mediano plazo

Escenario Consecuencia

Alto al fuego inmediato Estabilización del mercado energético, reinicio del diálogo diplomático

Escalada regional (Líbano, Yemen, Siria) Aumento del precio del petróleo a +100 USD/barril, caída bursátil, inflación

Ataque nuclear o sabotaje a plantas Intervención internacional, ruptura del orden internacional

Cierre del Estrecho de Ormuz Crisis energética global, recesión en mercados emergentes

Conclusión

El conflicto Irán-Israel va más allá de una guerra regional. Se trata de un punto de inflexión geoestratégico y económico, que redefine alianzas, compromete la estabilidad energética global y pone a prueba la capacidad diplomática del mundo.

Mientras tanto, millones de civiles enfrentan el horror de la guerra y el planeta tiembla ante la posibilidad de un conflicto mayor.