Salud mental se convierte en tema central en la Asamblea General de la ONU

Nueva York.– La salud mental ocupará por primera vez un lugar protagónico en la Asamblea General de las Naciones Unidas este jueves 25 de septiembre, cuando jefes de Estado y delegados internacionales aprueben un paquete de principios destinados a impulsar políticas globales de atención y prevención.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas viven con algún trastorno psicológico. Sin embargo, apenas un 9% de quienes padecen depresión —la condición más frecuente— recibe asistencia, y solo el 40% de los diagnosticados con psicosis logra acceder a servicios especializados.

La doctora Devora Kestel, directora interina de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OMS, advirtió que la falta de acceso responde no solo a la insuficiencia de programas, sino también a barreras económicas, limitaciones geográficas, débil integración de sistemas sanitarios y estigmas sociales que frenan la búsqueda de ayuda.

Conexión entre enfermedades mentales y físicas

La agenda del encuentro también abordará la prevención de enfermedades crónicas como cáncer, dolencias cardiovasculares, diabetes y afecciones respiratorias, responsables de millones de muertes cada año. Expertos resaltan que los problemas de salud física y psicológica suelen coexistir, lo que exige un enfoque integral de atención.

Cinco factores de riesgo inciden en ambas categorías: consumo de tabaco, ingesta abusiva de alcohol, sedentarismo, dietas poco saludables y contaminación ambiental. Según Kestel, promover actividad física, alimentación balanceada y la reducción de hábitos nocivos beneficia tanto a la salud mental como a la física.

Declaración política y prioridades

La propuesta que se adoptará busca ampliar la financiación internacional, fortalecer la cooperación entre gobiernos y sectores, y garantizar el acceso equitativo a medicamentos, tecnologías sanitarias y servicios básicos de diagnóstico y tratamiento.

El borrador plantea ejes estratégicos como:

Fortalecimiento de la atención primaria de salud.

Garantía de medicamentos seguros, eficaces y asequibles.

Fondos sostenibles, en especial para naciones con bajos recursos.

Prevención del suicidio y mayor apoyo a la niñez y juventud.

Creación de servicios comunitarios accesibles.

Enfrentar factores externos como la contaminación del aire y la comercialización de productos no saludables.

La magnitud del desafío

Las enfermedades no transmisibles siguen siendo las principales causas de discapacidad y mortalidad a nivel global. La convergencia de males físicos y mentales obliga a los Estados a replantear sus sistemas de salud y a priorizar la prevención.

“Es la primera vez que podemos afirmar que más de mil millones de personas padecen una condición de salud mental. Esto significa que los países deben ampliar y mejorar los servicios para que la atención sea accesible y efectiva”, subrayó Kestel.

Con esta declaración, la comunidad internacional busca romper el silencio, reducir el estigma y reconocer la salud mental como pilar esencial del bienestar humano.

Sugerencia en geopolítica de la salud mental mundial

Una iniciativa estratégica podría ser la creación de un Fondo Global para la Salud Mental y las Enfermedades No Transmisibles, similar al Fondo Mundial contra el VIH, la tuberculosis y la malaria. Este mecanismo multilateral permitiría canalizar recursos hacia programas comunitarios, formación de profesionales, acceso universal a medicamentos y campañas de sensibilización, priorizando regiones vulnerables y garantizando una respuesta equitativa y sostenible.