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Por: Ruperto Alis / Imparcial RD
SANTIAGO DE CHILE.- América Latina y el Caribe avanzan con mayor rapidez de la prevista en la adopción de la inteligencia artificial (IA), aunque persisten profundas deficiencias en talento, financiamiento y gobernanza que amenazan con frenar su competitividad en los próximos años.
Así lo revela el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) 2025, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (CENIA), que analiza el nivel de preparación, desarrollo y regulación de la IA en 19 países de la región.
Pioneros, adoptantes y exploradores
El estudio clasifica a los países en tres grupos: pioneros, adoptantes y exploradores. Chile, Brasil y Uruguay encabezan el liderazgo regional con más de 60 puntos en el índice, mientras naciones como Colombia, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana se posicionan entre los adoptantes, reduciendo la brecha gracias a mejoras en conectividad y formación técnica.
Sin embargo, más de un tercio de los países analizados permanecen como exploradores, con ecosistemas incipientes y recursos limitados, lo que pone de manifiesto una marcada desigualdad tecnológica en la región.
Talento y financiamiento: los grandes desafíos
El informe advierte que la fuga de especialistas y la escasez de formación avanzada en IA han ampliado la brecha de talento con respecto al promedio mundial desde 2022.
En el plano financiero, la región, que representa el 6,6% del PIB global, solo capta 1,12% de la inversión mundial en inteligencia artificial. “Esta subinversión limita gravemente la capacidad para escalar proyectos productivos y tecnológicos”, subraya el documento.
Adopción superior a su peso digital
Pese a las limitaciones, la región muestra un comportamiento prometedor: América Latina y el Caribe concentran el 14% de las visitas globales a soluciones de IA, superando su 11% de participación en usuarios de internet.
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, destacó que la IA puede convertirse en “un motor para superar las trampas del desarrollo estructural”, siempre que se vincule con políticas productivas y de innovación sostenida.
Gobernanza y equidad: deudas pendientes
El ILIA 2025 señala que, aunque varios países ya cuentan con estrategias nacionales de IA, la mayoría carece de financiamiento, mecanismos de implementación y evaluación de impacto.
También se detecta la ausencia de enfoques de equidad de género y sostenibilidad ambiental, lo que limita la inclusión social en la transformación digital.
“El interés es evidente, pero falta sentido de urgencia. Pese a los beneficios comprobados de la IA en productividad, no se observan cambios estructurales en la región”, advirtió Álvaro Soto, director del ILIA en CENIA.
Por su parte, la embajadora de la Unión Europea en Chile, Claudia Gintersdorfer, resaltó que este índice “funciona como brújula para que la transición digital sea justa, inclusiva y centrada en las personas”.
El ILIA 2025, sustentado en más de 100 subindicadores agrupados en tres dimensiones —factores habilitantes, investigación y adopción, y gobernanza— se consolida como una herramienta esencial para orientar políticas públicas basadas en evidencia y reducir las asimetrías tecnológicas en la región.
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