Informe de la ONU revela que barreras económicas y sociales impiden a millones tener los hijos que desean
Santo Domingo, RD. – El deseo de formar una familia choca con una realidad marcada por la precariedad, la desigualdad y la incertidumbre. Así lo evidencia el más reciente informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que advierte que millones de jóvenes en América Latina quieren tener hijos, pero no pueden debido a factores como el alto costo de vida, la falta de vivienda y empleos estables, y el deterioro del entorno global.
Según el estudio, elaborado junto a YouGov en 14 países, que representan más de un tercio de la población mundial, una de cada cinco personas no logra tener el número de hijos que desea. La región latinoamericana refleja con crudeza esta tendencia: en países como México, Brasil, Argentina y Colombia, las tasas de fecundidad han caído por debajo del nivel de reemplazo, no por un desinterés hacia la maternidad o paternidad, sino por la falta de condiciones estructurales.
“La verdadera crisis no es de deseo, sino de falta de opciones”, aseguró Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA.
Economía, presión social y estereotipos
Entre los hallazgos más reveladores del informe:
Más del 50% de los encuestados señaló las razones económicas como principal obstáculo para tener hijos.
Uno de cada cinco reportó haber sido presionado a tener hijos sin quererlo.
El 11% mencionó la carga desigual del cuidado como razón para no ampliar su familia.
El 40% de los mayores de 50 años lamenta no haber tenido los hijos que deseaba.
En la región, la informalidad laboral, el acceso limitado a servicios de salud reproductiva y la persistencia de roles de género tradicionales agravan la situación. Las mujeres, en particular, deben elegir entre su desarrollo profesional o la maternidad, mientras que los hombres enfrentan estigmas cuando se involucran activamente en la crianza.
“Traer un hijo al mundo es solo un paso. El verdadero reto es criarlo en un entorno sano y con oportunidades”, declaró un joven paraguayo de 30 años citado en el informe.
Maternidad penalizada, paternidad invisible
El informe también denuncia las normas laborales y culturales que castigan la maternidad, limitando el ascenso profesional y reduciendo ingresos. Al mismo tiempo, la paternidad activa sigue sin ser reconocida ni apoyada en muchos países. En Argentina y Chile, por ejemplo, existen licencias de maternidad, pero las de paternidad son limitadas, y la escasez de servicios de cuidado infantil impide la reintegración de muchas mujeres al trabajo.
“No quiero tener hijos en un mundo en guerra y con un planeta tan deteriorado”, expresó una joven mexicana de 29 años.
Soluciones basadas en derechos y equidad
Frente a esta crisis silenciosa, el UNFPA recomienda evitar incentivos simbólicos como ‘bonos por bebé’, y en su lugar promover políticas públicas centradas en la equidad de género y los derechos reproductivos, entre ellas:
Licencias parentales remuneradas y equitativas.
Acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva.
Vivienda asequible, empleo digno y cuidados infantiles accesibles.
Inclusión de personas solteras y LGBTQI+ en programas de apoyo familiar.
Educación que desmonte estereotipos y fomente relaciones igualitarias.
Un llamado a los gobiernos de la región
Con una población joven que enfrenta limitaciones para formar familia y una estructura demográfica que envejece rápidamente, América Latina se encuentra en un punto de inflexión. El informe es claro: la solución no está en imponer cuántos hijos tener, sino en garantizar que las personas puedan decidir libremente cuándo y cómo hacerlo.
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