La somnolencia post-coital es el estado de cansancio o sueño profundo que experimentan muchas personas, tanto mujeres como hombres, tras mantener relaciones sexuales, especialmente después del orgasmo. Aunque puede generar curiosidad o dudas, se trata de un proceso fisiológico completamente normal y que responde a cambios hormonales y neurológicos en el organismo.
Tras el clímax sexual, el cuerpo libera una serie de sustancias como prolactina, oxitocina, vasopresina y endorfinas, que inducen sensación de relajación, bienestar y, en muchos casos, somnolencia. Estas hormonas actúan sobre el sistema nervioso central, favoreciendo la disminución de la tensión muscular y la frecuencia cardíaca, lo que facilita el adormecimiento.
Además, el acto sexual implica un gasto energético considerable, acompañado de un aumento del ritmo respiratorio y cardiovascular. Todo este esfuerzo físico contribuye al agotamiento natural del cuerpo, similar al que se siente tras realizar ejercicio intenso.
Aunque no existe una clasificación médica que defina la somnolencia post-coital como un trastorno, se reconoce como un fenómeno frecuente y esperado en el contexto de la respuesta sexual humana. Estudios científicos sugieren que la prolactina, en particular, juega un papel clave, ya que sus niveles se elevan significativamente tras el orgasmo y están relacionados con la inducción del sueño.
Cabe destacar que la somnolencia post-coital es una respuesta saludable del cuerpo, aunque su intensidad puede variar entre individuos y entre encuentros sexuales.
En resumen: la somnolencia post-coital es el sueño o cansancio que aparece después del acto sexual, resultado de procesos hormonales y del desgaste físico asociado al mismo.
Somnolencia post-coital: el misterio del sueño después del sexo explicado por la ciencia
La somnolencia post-coital es el término que describe la sensación de sueño, relajación profunda o cansancio que muchas personas experimentan luego de tener relaciones sexuales. Este fenómeno es tan común que ha sido objeto de diversos estudios científicos en los últimos años, los cuales han intentado comprender las causas biológicas detrás de esta respuesta natural.
¿Qué la provoca?
Al concluir el acto sexual, especialmente tras el orgasmo, el cuerpo inicia un complejo proceso bioquímico que conduce al descanso:
Prolactina: hormona vinculada al estado de saciedad sexual. Sus niveles se disparan tras el orgasmo, y la ciencia ha relacionado este incremento con el inicio del sueño.
Oxitocina y vasopresina: conocidas como “las hormonas del apego”, generan sensación de calma y bienestar, reforzando el vínculo emocional y promoviendo la relajación.
Endorfinas: neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y ayudan a reducir el estrés, contribuyendo al estado de somnolencia.
Disminución de dopamina: al liberarse la tensión sexual, la dopamina —asociada con el deseo y la excitación— disminuye, facilitando un estado de reposo.
Por otra parte, el desgaste físico de la actividad sexual —que puede compararse con una sesión de ejercicio moderado— incrementa el consumo de oxígeno y energía, lo que contribuye al cansancio.
¿A quiénes afecta más?
Si bien este fenómeno es más documentado en los hombres, debido a estudios centrados en su respuesta hormonal post-orgasmo, investigaciones recientes muestran que las mujeres también experimentan somnolencia post-coital, aunque en muchos casos se manifiesta más como una necesidad de afecto o cercanía antes de dormirse.
¿Qué dice la ciencia?
Un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine indicó que hasta el 80 % de los hombres y el 46 % de las mujeres reportan sentir sueño tras el sexo. Otra investigación de la Universidad de Michigan destacó que el sexo previo al sueño puede incluso mejorar la calidad del descanso, gracias a las hormonas liberadas durante el proceso.
¿Es normal?
Sí. La somnolencia post-coital es una respuesta fisiológica normal y saludable. Solo debería ser motivo de consulta médica si se acompaña de síntomas anormales como dolor persistente, mareos extremos o fatiga incapacitante.
Recomendaciones
No preocuparse: es una respuesta natural del cuerpo.
Si deseas mantenerte despierto después del sexo, ayuda hidratarse o realizar alguna actividad ligera como conversar o tomar una ducha.
Reconocer que el descanso tras el sexo puede tener un efecto positivo en el bienestar general.
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Por: Ruperto Alis / Imparcial RD