Por: Ruperto Alis / Imparcial RD
En un mundo cada vez más digitalizado, la educación primaria no solo es un derecho humano fundamental, sino también una herramienta esencial para el desarrollo y bienestar de los niños, preparándolos para prosperar en la adultez. Sin embargo, en este mismo entorno tecnológico, surge una cuestión crucial: ¿cómo educar a los más jóvenes sobre el uso adecuado de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y tabletas?
Laila Humairah, en su episodio de 'The Exchange', profundiza en el papel vital de la educación primaria en la construcción de un futuro prometedor para los niños. Durante el programa, se destacó la importancia de proporcionar a los pequeños las habilidades, conocimientos y confianza necesarios para enfrentar los desafíos del mundo digital. Expertos como Laura Frigenti, de Global Partnership for Education, y Maleiha Malik, de Education Above All, compartieron innovadoras estrategias para empoderar a las comunidades y mejorar la preparación de la fuerza laboral.
Pero la educación no se limita solo al aula. En un mundo saturado de pantallas, los jóvenes también necesitan orientación sobre cómo navegar en este entorno digital sin comprometer su bienestar. Según Stefan de Vries, experto en educación, los jóvenes holandeses figuran entre los más felices del mundo, gracias a un sistema educativo que promueve no solo el aprendizaje, sino también la salud mental y el uso responsable de la tecnología.
En República Dominicana, donde la tecnología también se ha vuelto parte integral de la vida cotidiana, es esencial que los padres y educadores establezcan pautas claras sobre el uso de dispositivos electrónicos. La recomendación de los expertos es clara: el uso de teléfonos móviles y tabletas en niños debe ser supervisado y moderado, promoviendo un balance adecuado entre la tecnología y otras actividades recreativas y educativas.
Además, se sugiere implementar programas educativos que enseñen a los niños sobre los riesgos de la tecnología, como el uso excesivo, la adicción a las pantallas, y los problemas de privacidad y seguridad en línea. Los padres tienen un papel clave en establecer límites adecuados de tiempo frente a las pantallas y asegurarse de que los niños utilicen estos dispositivos para fines educativos y no solo recreativos.
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